Durante sus estudios de psicología, Mariana Montiel descubrió que había algo mágico en permitir que las personas expresaran sus emociones a través de colores, formas y texturas. Y aunque en México no es muy conocido este enfoque, esto no la detuvo. Decidida a continuar su camino, Mariana se trasladó a Buenos Aires, donde pudo especializarse aún más y dar vida a su sueño: MarianArte.
Mariana nos cuenta lo importante que ha sido el apoyo de sus amigos y familiares, pero también nos recuerda que su persistencia y confianza en sí misma han sido clave para enfrentar los desafíos del emprendimiento. Aunque no siempre ha sido fácil, el saber que está construyendo algo significativo es lo que la mantiene firme, con la creatividad como su mejor aliada.
¡Gracias Mariana, por ser nuestra Mujer Tezzalli!
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